Cada vez que Brenda Asnicar baja a la playa Movistar Montoya, decenas de chicos se acercan con cámaras y celulares para una foto. En minutos, posa con una nena uruguaya y le firma la revista de Patito Feo a una paraguaya de cuatro años. Lo mismo pasaría en Rumania, Israel y otros tantos países en los que su personaje líder de Las Divinas hizo estragos. “El primer día que vine se llenó de gente y tuve que quedarme en el VIP. ¡Y odio los VIP! Es sentarte a que te miren como en un zoológico. Me gusta que se acerque la gente, pero a veces necesito descansar”, dice sin un rastro de queja.
—¿Cómo se maneja la popularidad?
—Trabajar de chiquita te hace crecer más rápido. La gente me conoce hace dos años, pero trabajo en tele desde los 11. Y llevo bien esto porque fue buscado.
—¿Te cuesta combinar el trabajo con el colegio?
—Antes iba uno doble turno, con dos idiomas. Ahora voy sólo a la mañana. Me avalan para entregar los trabajos prácticos antes o después porque saben que estoy trabajando.
—Pasaste a quinto.
—¡Sí! ¡Se viene el viaje de egresados! Nos vamos a ir a Brasil porque somos todos muy playeros. Es el último año y lo quiero disfrutar.
—¿No pensás trabajar?
—Tengo ganas de hacer cine y hay propuestas. Algo voy a hacer. Pero Patito Feo fue un exitazo, entonces te ponen ahí arriba en la pirámide y todos te quieren y hay que saber elegir bien. Si me llamaran para una revista no lo haría, no quiero llevar mi carrera por ahí.
—Querés ser una actriz “seria”. ¿Estudiás?
—Nunca. Cuando estaba en Canal 7 tenía una coach, pero nunca tuve tiempo. Será después del secundario. Tengo planeado irme a Inglaterra.
—¿Y los fans?
—Me iría con un par de películas grabadas para que ese año haya material. Es una idea loca que tengo, de acá a que mi papá me deje... Me dijeron que irían conmigo unos meses.
—Requiere coraje alejarse de la fama.
—Yo soy híper mandada y tengo ganas de tener una carrera en serio.
—¿La popularidad no te voló la cabeza?
—¡Yo en mi casa lavo los platos y barro! Tengo tareas asignadas, aunque ya tengo bastante con las del colegio.
—¿Sos buena alumna?
—Muy media. Nunca fui una alumna diez. Mi mamá tampoco me exige, piensa que es mejor que lea libros.
—¿Qué estás leyendo?
—El mundo de Sofía. Amo la filosofía y me hace replantearme muchas cosas. También la psicología. Siempre digo que quiero estudiar Psicología, pero no ejercería. Me gustaría ir dando las materias de a poco, para mí.
Caminando por la arena en short y sandalias hasta las rodillas, no sólo atrae las miradas infantiles. “Nunca tuve un personaje ni de grande, ni de sex symbol. Cuando me hacen fotos me piden que me ponga seria. Yo me muestro como soy”, asegura Asnicar.
—¿Cómo te llevás con los chicos?
—Tuve un noviazgo de un año con Andrés de Patito. No se supo porque no me copa estar hablando si me peleo o me engañan.
—¿Qué tiene que tener un chico para enamorarte?
—Ser súper protector, me gusta que me defiendan. Y ser compañero para bancarse lo que a mí me toca vivir.
—¿Edad?
—Hasta los 20 o 21. Es cierto que para el amor no hay edad, pero cuando surgió el rumor con Matías dije que era demasiado grande. Yo quiero un compañero de 20 o 15 pero con una mentalidad interesante. Un inmaduro conmigo la pasa mal.
*Desde Punta del Este.
—¿Cómo se maneja la popularidad?
—Trabajar de chiquita te hace crecer más rápido. La gente me conoce hace dos años, pero trabajo en tele desde los 11. Y llevo bien esto porque fue buscado.
—¿Te cuesta combinar el trabajo con el colegio?
—Antes iba uno doble turno, con dos idiomas. Ahora voy sólo a la mañana. Me avalan para entregar los trabajos prácticos antes o después porque saben que estoy trabajando.
—Pasaste a quinto.
—¡Sí! ¡Se viene el viaje de egresados! Nos vamos a ir a Brasil porque somos todos muy playeros. Es el último año y lo quiero disfrutar.
—¿No pensás trabajar?
—Tengo ganas de hacer cine y hay propuestas. Algo voy a hacer. Pero Patito Feo fue un exitazo, entonces te ponen ahí arriba en la pirámide y todos te quieren y hay que saber elegir bien. Si me llamaran para una revista no lo haría, no quiero llevar mi carrera por ahí.
—Querés ser una actriz “seria”. ¿Estudiás?
—Nunca. Cuando estaba en Canal 7 tenía una coach, pero nunca tuve tiempo. Será después del secundario. Tengo planeado irme a Inglaterra.
—¿Y los fans?
—Me iría con un par de películas grabadas para que ese año haya material. Es una idea loca que tengo, de acá a que mi papá me deje... Me dijeron que irían conmigo unos meses.
—Requiere coraje alejarse de la fama.
—Yo soy híper mandada y tengo ganas de tener una carrera en serio.
—¿La popularidad no te voló la cabeza?
—¡Yo en mi casa lavo los platos y barro! Tengo tareas asignadas, aunque ya tengo bastante con las del colegio.
—¿Sos buena alumna?
—Muy media. Nunca fui una alumna diez. Mi mamá tampoco me exige, piensa que es mejor que lea libros.
—¿Qué estás leyendo?
—El mundo de Sofía. Amo la filosofía y me hace replantearme muchas cosas. También la psicología. Siempre digo que quiero estudiar Psicología, pero no ejercería. Me gustaría ir dando las materias de a poco, para mí.
Caminando por la arena en short y sandalias hasta las rodillas, no sólo atrae las miradas infantiles. “Nunca tuve un personaje ni de grande, ni de sex symbol. Cuando me hacen fotos me piden que me ponga seria. Yo me muestro como soy”, asegura Asnicar.
—¿Cómo te llevás con los chicos?
—Tuve un noviazgo de un año con Andrés de Patito. No se supo porque no me copa estar hablando si me peleo o me engañan.
—¿Qué tiene que tener un chico para enamorarte?
—Ser súper protector, me gusta que me defiendan. Y ser compañero para bancarse lo que a mí me toca vivir.
—¿Edad?
—Hasta los 20 o 21. Es cierto que para el amor no hay edad, pero cuando surgió el rumor con Matías dije que era demasiado grande. Yo quiero un compañero de 20 o 15 pero con una mentalidad interesante. Un inmaduro conmigo la pasa mal.
*Desde Punta del Este.
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